La idea de hacer el videojuego más frustrante de la historia ha pasado por la mente de todo verdadero gamer. Aunque abundan los ejemplos de juegos difíciles (Battletoads de NES, por ejemplo), ninguno de éstos puede compararse a los hacks o modificaciones de videojuegos explícitamente hechos para cumplir este distópico ideal. Entre los más perfectos se encuentran los que modifican Super Mario Bros, quizás por que el mecanismo de juego es ideal para diseñar nuevos niveles fácilmente. Como primer ejemplo presentamos Super Mario Forever, modificación del primer Mario en la que se explotan al máximo los brincos perfectos y aún hasta los glitches:
Otro ilustre juego imposible es Kaizo Mario World, basado en Super Mario World para SNES. Se trata de un ROM verdaderamente infame, donde es imposible pasar sin usar los save states, la opción de los emuladores que permite salvar el juego en todo momento. Hay varios videos donde se termina esta atrocidad. Sin embargo, prefiero poner uno que ejemplifica de manera interesante la idea leibniziana de los mundos posibles y del principio antrópico. Se trata de una superposición de las 134 veces en que el jugador murió en distintas etapas del juego: Mario se desdobla en muchos Marios que mueren y sólo uno de todos ellos puede llegar a la meta: